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EL PODER
Cuando lo nombran líder circunstancial, le conceden autoridad, misma que pondrá
de manifiesto el poder que usted tiene para resolver problemas y satisfacer
necesidades.
Recuerde, el jefe utiliza la autoridad para obligar a su gente a hacer las cosas,
y el líder, para que quiera hacerlas. La diferencia no es solamente semántica;
existe un mundo de circunstancias para lograr conquistar la voluntad de la gente.
La autoridad se obtiene por decreto: el poder, hay que generarlo ejerciendo la
autoridad. De hecho hay organizaciones en las que la autoridad la sustenta el
jefe, pero el poder, su secretaria. En algunos casos el esposo tiene la
autoridad y el hijo el poder, etc. A la autoridad no se puede abdicar; al poder,
sí, al no ejercerlo.
Para fines de nuestro estudio de las teorías del poder, vamos a clasificar a
éste en la siguiente forma.
PODER COERCITIVO
Es el poder ejercido más antiguo de la historia de la humanidad, ya que los
grandes imperios lograron su auge y esplendor a través de este sistema, aunque
algunos aún lo mantienen vigente, con beneficios palpables y con deterioros
dramáticos para los pobladores de los países sometidos a este régimen.
En la época esclavista, el auge del sur de los Estados Unidos fue logrado
gracias a este poder. La Gran Bretaña lo mantuvo vigente durante siglos.
El pueblo español lo utilizo en toda su extensión, y para el pueblo azteca fue
la base de su desarrollo y también de su caída.
En las empresas, aún se sigue utilizando al cambiar la coerción física por la
psicológica, a través de la amenaza de despido, que muchos jefes la consideran,
erróneamente, como excelente método de motivación, y el cual, por su puesto,
conlleva en sí mismo su desgaste, ya que una persona que se encuentra
constantemente amenazada con el despido va acumulando tal cantidad de rencor
que la productividad de la empresa sufrirá las consecuencias, reflejada en
deficiencias, reflejada en deficiencias, errores, ausentismo, venganza en el
producto, etc. Y fundamentalmente la renuncia inevitable del subordinado, ya
que una persona acorralada en tal sistema sólo tiene dos alternativas: atacar
o huir.
Desde luego, el poder de despedir a un subordinado debe obedecer a razones muy
poderosas, como podría ser la deslealtad o el desprestigio de la empresa pero
ningún modo convertirlo en un sistema de uso normal. Es como tener un arma de
fuego en casa, la cual solamente deberá utilizarse en caso de que corra peligro
la propia sobrevivencia o la de la familia. El despido debe utilizarse sólo en
caso de que el bien común de la organización se vea amenazado.
En una conferencia que di en la universidad de Tamagawa, en Japón recuerdo una
pregunta que me sorprendió de los alumnos: ¿En México, en el sistema educativo,
el boxeo es una materia obligatoria?. Les pregunté el porqué de la pregunta y me
contestaron que, dada la gran cantidad de campeones mundiales que ha producido
México en este deporte, imaginan que en nuestras escuelas se le otorga una
prioridad especial a esta actividad. Esto me llevó a reflexionar sobre nuestra
realidad sociológica: la violencia es un elemento que es necesario considerar en
nuestras costumbres.
Cuántas veces hemos escuchado la anécdota del buen samaritano que interviene
por que un hombre le está pegando a su mujer y finalmente resulta que, tanto el
hombre como la mujer, se suman para pegarle al salvador, por meterse en lo que
no le importa, o las exclamaciones de mi Juan ya no me pega porque ya no me
quiere, o al mexicano le gusta que lo traten mal. Su origen radica,
fundamentalmente, en una ausencia de caricias en la infancia de estas
personas, y si no imagine la escena en un hogar muy humilde donde la señora
tiene seis hijos: tiene uno en brazos y al mismo tiempo está atareada con el
que hacer; uno de los chiquillos pasa corriendo y voltea la olla de los
frijoles: en ese momento la mamá echa mano de lo que tenga a su alcance y se
lo sorraja en la cabeza. Para ese infante, que normalmente nunca recibe
reconocimiento, es una forma de decirle que existe, y ya de adulto parece que
tiene un letrero en la espalda, que dice patéenme, por favor. Por supuesto,
si todas estas personas en el futuro reciben reconocimiento positivo, se podrá
conformar su identidad y no tendrán necesidad de ser maltratados, pero no deja
de ser una casualidad que en el medio escolar, social y familiar la violencia
sea un poder que se ejerce con mucha frecuencia. En México y en muchos otros
países nos sorprenden los congresos del síndrome del niño golpeado, en donde se
hace evidente, con estadísticas alarmantes y crecientes, como los padres hacen
de este poder el más usual en la educación, que, más que educar, deforma y
trauma a sus hijos.
En otros casos también se aplica la violencia con mucha frecuencia, siendo sus
resultados a corto plazo, ya que la persona obedece para no ser golpeada, pero
a la larga el propio sistema coercitivo lleva el cáncer de su autodestrucción,
y con consecuencias nada deseables para quien lo ejerce. La historia testifica
el final que han tenido los que en su tiempo lo han ejercido. Los esposos que
constantemente se amenazan con abandonarse terminarán por aceptar la proposición,
y, mientras esto sucede, las compensaciones de los agredidos se dejarán sentir
como una respuesta, quienes para poder defenderse acumulan cuentas por cobrar
que en su oportunidad las harán efectivas. Lo mismo sucede con los padres de
familia que utilizan los golpes y las amenazas con sus hijos; a ellos también
les llegará la hora de liberarse. En la función social, el amigo que hace
valer su autoridad a través de golpes, encontrará a su tiempo la respuesta a la
siembra lograda.
Este poder tiene un final cierto: atacar o huir, y mientras esto no suceda, su
compensación es el sabotaje por parte del agredido.
PODER DE RECOMPENSA
Ante la crisis del poder coercitivo, surge el poder de recompensa, basado en la
premisa de sí no lo quieres hacer por miedo, hazlo por interés.
Si partimos del concepto de que todos los seres humanos somos seres necesitados,
y a través del descubrimiento de satisfactorias se van despertando en nosotros
mayores necesidades, el poder de recompensa ha tenido un gran impacto en el
mundo de la motivación, aunque tiene el problema se ser efímero, ya que, una
vez lograda la recompensa, desciende considerablemente, a menos de que se
presente inmediatamente una nueva recompensa, igual o más atractiva que la
anterior.
El aspecto positivo de la aplicación de este tipo de poder en que es necesario
recompensar al ser humano por sus logros, y, cuando la recompensa es económica,
sabemos que el subordinado podrá satisfacer adecuadamente sus necesidades,
evitando con esto que busque otro trabajo: fomentará la estabilidad y la baja
rotación en las empresas, pero cuando el único sistema de motivación es el de
compensaciones económicas, corremos el riesgo de convertir a nuestros seguidores
en auténticos mercenarios, y a menos de que haya promesas económicas, la gente
hará las cosas.
Los impactos se dejan sentir por igual en todos los desempeños de vida del
líder, convirtiendo la relación con sus pareja en una asociación mercantil:
a los hijos solamente se les moverá por interés económico, a los amigos se les
atraerá por las promesas de mejoría económica, pero no por empatía o amistad
genuina.
Este poder se agota cuando el otro pierde interés o encuentra otro líder con
mayor capacidad de recompensa, y mientras esto sucede y al seguidor le interese
"lograr la zanahoria" puede auxiliarse del engaño para obtener fácilmente la
recompensa.
PODER DE REFERENCIA
Tal vez es el poder que pudiéramos identificar con el sistema político nacional:
el influyentismo. Quien es capaz de oponerse a un charolado de prepotencia del
Poder Judicial o Legislativo quien tuvo el privilegio de estar emparentado en
forma preferencia por el que ostenta el poder, todo ello transmite la referencia,
a menos que se tenga la capacidad para resolver problemas y satisfacer
necesidades. Hay quien lo ejerce en forma prioritaria. Así tenemos por ejemplo
al ejecutivo que hace valer sus órdenes amenazando a sus subordinados con
perjudicarlos con la gente de arriba, con la cual tiene magnificas relaciones.
Es indiscutible que las buenas relaciones en la vida nos facilitan muchas cosas,
y es deber del líder no menospreciar las buenas relaciones en todos los niveles
y saber capitalizar en su momento estos contactos, pero no se puede tampoco
considerar que son la panacea para lograr influir positivamente en los demás.
Son solamente un buen facilitado y un remo que deberá utilizar con delicadeza,
y nunca con prepotencia.
Este poder de agota cuando el seguidor encuentra un líder mejor relacionado o
cuando él ya ha logrado las buenas relaciones por si mismo.
PODER DE ESPECIALIZACION
Es el primero de los poderes obtenidos por méritos propios del líder, que a
través de los conocimientos adquiridos le da la autoridad de operar en alguna
especialidad. Por ejemplo solamente otro piloto se atreve a cuestionar al
capitán de un avión por la forma de aterrizar la nave en el mismo momento en
que toca tierra, que los que ignoramos esta técnica lo único que hacemos es
confiarnos a su pericia. Cuantas veces hemos escuchado en alguna empresa da
advertencia de no molestar a determinada persona, pues se corre el riesgo de
que renuncie, lo cual seria muy peligroso o perjudicial, porque es el único
que conoce tal o cual técnica, y sin él la empresa estaría desamparada.
Es el caso de los médicos, los cuales con cierta facilidad pueden modificar los
hábitos de sus pacientes con base en el efecto que nos producen sus
recomendaciones, y no solamente eso, sino que algunas medicinas parecen
producir ciertos resultados milagrosos, y no es que sus propiedades tengan la
virtud de operar milagros, sino que es nuestra mente, el concederle toda
nuestra fe a su poder curativo y que gracias al médico y al efecto que nos
transmitió pusimos lo mejor de nuestra actitud mental para lograrlo.
Vemos con frecuencia como los geriatras utilizan esta sugestión en sus ancianos
pacientes con resultados sorprendentes. En el pasado y hasta la actualidad,
algunas plantas, animales y amuletos se les atribuyen propiedades que no
poseen, pero que la mente de sus seguidores los convierten en realidades,
planteando verdaderas contradicciones científicas. La razón de que los
rinocerontes hayan sido casi extinguidos por la creencia de que su cuerno
tenía aspectos afrodisiacos, receta muy socorrida en la antigua China, o como
el caso de los griegos en el hospital de Esculapio, en Pergamo (actualmente
Turquía) en donde encontramos las instalaciones para sugestionar a los
pacientes, a quienes les hacían creer que en alguna pócima encontrarían el
remedio a sus males, con sus resultados sorprendentes. O el efecto que nos
producen los diplomas de algún profesional, o las lujosas instalaciones de un
consultorio o el despacho de un abogado, que nos indica que está capacitado
para resolver nuestro problema y a quien concedemos nuestra credibilidad y
confianza.
El poder de especialización se alcanza a través de muchas horas de práctica
para adquirir la capacidad de resolver cierto tipo de problemas, y el seguidor
estará con el líder mientras le interese el tema y no encuentre a otro
especialista mejor calificado, o cuando sus consejos dejen de darle
resultados.
PODER TRANSFORMADOR
Este es el poder que mayor dificultad cuesta obtener, ya que requiere de la fe
de los seguidores; al líder lo siguen por la credibilidad que obtuvo: ganó el
poder legítimo. Es la máxima aspiración de un líder de excelencia, y éste se
logra cuando podemos personificar cabalmente el papel de líder, y no de jefe,
como lo planteamos anteriormente, cuando la congruencia se convierte en el
instrumento de enseñanza predilecto, cuando el testimonio del líder es muestra
palpable de lo que desea realicen sus seguidores, cuando el poder de su
ideología enamora y cautiva, cuando su capacidad hace soñar, cuando sus
pensamientos desembocan en hechos concretos, cuando sus valores son
compartidos apropiadamente y, por supuesto, su capacidad de comunicación es
empatica y llena de significados.
La respuesta a este tipo de poder es la fidelidad; la única razón por la que es
mermado es porque el seguidor deja de creer en su líder, quien seguramente ha
traicionado su ideología y su propia incongruencia se convierte en su más
acérrimo enemigo.
El poder legítimo o transformador representa la meta a la que debe aspirar todo
líder cognositivo.
¿Se deben usar los diferentes tipos de poder? Si, lo importante es su uso
adecuado y positivo siendo por supuesto el más importante el poder
transformador y el que menos debe utilizarse, el coercitivo, pero todos
representan herramientas muy importantes para el desempeño de un excelente
estilo de liderazgo.
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