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LA ESENCIA DEL LIDERAZGO
El poder legítimo o transformador representa la meta a la que debe aspirar
cualquier tipo de líder.
Los seres humanos debemos aprender a liberarnos de argumentos que nos esclavizan
a los malos hábitos y a justificaciones que nos protegen para renunciar a cambios
que debemos realizar en beneficio propio y de los demás: juegos psicológicos que
nos hacen sentir víctimas incomprendidas y que representan auténticas barreras que
nos impiden el desarrollo de nuestras potencialidades.
Hemos adoptado argumentos de vida que nos hacen permanecer en la mediocridad.
En la espera de algún milagro que nos transforme, cuando ese poder radica en
nosotros mismos. Tenemos la potencialidad íntima para operar las modificaciones
que queremos a nuestra conducta y con la cual podremos, como líderes, atraer
hacia nosotros mayor número de seguidores: tenemos que comprender que la fuente
más importante del poder está en nosotros mismos, y no en fuerzas extrañas
externas.
Así como en la física, la materia prima es la energía, en el liderazgo su esencia
es el poder, y el líder cognoscitivo debe saber manejar con gran destreza y
sabiduría esta fuerza, que se puede considerar como signo que caracteriza a los
líderes de todos los tiempos, que puede ser utilizado tanto para hacer el bien
como para sembrar la destrucción.
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